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La Junta declara Bien de Interés Cultural el lavadero de la Fuente Blanca
Diario La Tribuna de Talavera del 3 de diciembre de 2010.
El Lavadero de la Fuente Blanca, que data de finales del siglo XIX, está formado por más de medio centenar de pilas de piedra y es un claro ejemplo de arquitectura popular jareña.
El Consejo de Gobierno de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha ha declarado Bien de Interés Cultural, con la categoría de Sitio Histórico, el denominado Lavadero de la Fuente Blanca de Aldeanueva de Barbarroya. Esta circunstancia ha sido acogida con gran satisfacción por el alcalde de la localidad jareña, José Manuel Fernández, ya que esta construcción que data de finales del siglo XIX es todo un referente de la arquitectura popular de la zona y un orgullo para los habitantes de la población.
En este sentido, el primer edil explicó ayer a este diario que espera que este reconocimiento por parte del Ejecutivo autonómico permita conservar mejor el recinto del lavadero, donde el Ayuntamiento ha venido realizando diversas actuaciones para mejorar su estado y para recuperar algunos elementos de la edificación original, como es el caso del piso de piedra y varias canalizaciones. «Ahora tendremos que esperar a ver qué nos dicen que podemos hacer allí, porque hay que seguir mejorando todo el entorno», resaltó al respecto el regidor municipal.
Localizado a medio kilómetro al suroeste del núcleo urbano de Aldeanueva de Barbarroya, concretamente donde confluye el Camino de las Posadas con el Camino del Cancho, el Lavadero de la Fuente Blanca está formado por más de medio centenar de pilas de piedra. Estos elementos se instalaron para mejorar la salubridad de las fuentes y manantiales de la localidad, ya que durante muchos años han sido utilizados por los vecinos para lavar desde las mantas usadas en la recogida de la aceituna hasta ropa de cama. De hecho, el alcalde apuntó que aún hoy en día se siguen usando para esas mismas tareas.
Buena parte de las pilas son de propiedad privada y en algunas se pueden leer incluso los nombres de sus propietarios. Sobre este aspecto, uno de los retos que tiene ahora el Ayuntamiento es el de recuperar aquellas que ya no están en la zona porque sus propietarios se las llevaron. «Ya nos han dicho algunos que quieren donarlas», indicó José Manuel Fernández.