Fuente: www.finanzas.com - 02/10/2011
La localidad de Campillo de la Jara alberga el primer alojamiento rural singular de la provincia de Toledo, un vagón de tren con capacidad para 26 personas instalado junto a la Vía Verde de la Jara, que ha merecido un premio de la Asociación Europea de Vías Verdes como iniciativa ejemplar.
Este vagón estuvo en circulación hasta finales de 2008 y, tras su acondicionamiento, se ha ubicado al paso de este trazado ferroviario, hoy día uno de los principales atractivos turísticos de la provincia de Toledo.
Este alojamiento se completa con un segundo vagón que funciona como bar restaurante y que puede servir a unos 40 comensales, que tienen menú del día, raciones o platos combinados.
Los responsables de este proyecto hostelero, la Mancomunidad de la Vía Verde de la Jara a través de su Plan de Dinamización Turística, están muy satisfechos con el funcionamiento de esta iniciativa, que empezó a funcionar el pasado 21 de julio.
En este sentido, el presidente de la citada Mancomunidad y a su vez alcalde de Campillo de Jara, Emilio Gamino, ha declarado a EFE que han visto superadas todas las expectativas iniciales, a pesar de no haber hecho ninguna campaña publicitaria.
Los vagones se encuentran ubicados en mitad de dehesas y de la Naturaleza y la mancomunidad está aprovechando la época de la berrea (periodo de apareamiento de los ciervos) como un reclamo turístico añadido del que disfrutar, lo que se ha traducido en que éste y el siguiente fin de semana el alojamiento está completo.
Enclavado en un paraje natural, desde la terraza del vagón restaurante se pueden ver aves rapaces y otros animales y por las noches disfrutar de un estupendo cielo estrellado.
La Vía Verde de la Jara es un antiguo trazado ferroviario que nunca entró en uso, de 52 kilómetros de longitud, entre Calera y Chozas y Minas de Santa Quiteria, y que hasta la puesta en marcha de este recurso, tenía escasos lugares a pie de trazado donde reponer fuerzas o tomar un refresco y ningún lugar donde pernoctar, algo demandado por los usuarios.
Éstos son principalmente gente de municipios del entorno y, los fines de semana, los cicloturistas que recorren la vía.
"Tener un alojamiento y un sitio así facilitará descubrir la zona y sus elementos de interés", dice Gamino, que insiste en que se trata de generar actividad empresarial y atractivos turísticos teniendo como principal reclamo la Vía Verde de la Jara.
Los vagones abrirán todo el año y han supuesto la creación de cinco puestos de trabajo.
El Plan de Dinamización Turística de La Jara contempla otros proyectos, como la próxima apertura de dos vagones más en Aldeanueva de Barbarroya, que funcionarán como centro de interpretación, para conocer la vía y su riqueza paisajística, así como la historia pasada de este trazado ferroviario nunca puesto en marcha y que empezó a construirse en 1930.
Además, junto a los vagones de Campillo se quiere habilitar una tienda en la que se puedan adquirir productos típicos de la zona y que sirva como centro de promoción del turismo y la artesanía.
En Calera y Chozas se persigue abrir un centro de recepción de visitantes y también se está rehabilitando un viejo molino con la intención de ofrecer rutas por los viejos molinos de Riofrío.
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